UN SUBMARINISTA ENCONTRÓ UN ANILLO PERDIDO HACE 80 AÑOS Y LO DEVOLVIÓ
Una tierna historia tuvo lugar en las aguas del centro de Florida, donde un submarinista de 38 años encontró un anillo colegial perdido en la década de 1930. Mediante Internet, contactó a los nietos de la propietaria, quien ya había fallecido, y les devolvió la sortija.
Reed Banjanin, el submarinista de 38 años, encontró buceando el pasado verano en Longwood, una zona rural del centro de Florida, un anillo de oro con el emblema del Colegio de Mujeres de Misisipi en el exterior y, en el interior, escrito el nombre de soltera de Louise Hearst Entzminger.
Ahora, 37 años después de la muerte de Hearst, el anillo está en las manos de su nieto de 75 años, John Entzminger, gracias a la determinación de Banjanin por dar primero con el paradero de su propietaria y luego con el de su familia.
"Es una increíble acumulación de circunstancias (...), yo no tenía ni idea de que mi abuela lo hubiera perdido, dijo Entzminger, residente en Oakton, Virginia.
Por su parte, Banjanin, que bucea desde hace unos 20 años, señaló que es "la cosa más increíble que ha encontrado" con su detector de metales.
Generalmente, explicó, sólo encuentro "cosas sin valor, pero de vez en cuando hallo pendientes o algo que puedo vender por poco dinero".
John Entzminger cumplió justo 75 años el día en que Banjanin le telefoneó para informarle del hallazgo del anillo de su abuela.
Reed Banjanin, el submarinista de 38 años, encontró buceando el pasado verano en Longwood, una zona rural del centro de Florida, un anillo de oro con el emblema del Colegio de Mujeres de Misisipi en el exterior y, en el interior, escrito el nombre de soltera de Louise Hearst Entzminger.
Ahora, 37 años después de la muerte de Hearst, el anillo está en las manos de su nieto de 75 años, John Entzminger, gracias a la determinación de Banjanin por dar primero con el paradero de su propietaria y luego con el de su familia.
"Es una increíble acumulación de circunstancias (...), yo no tenía ni idea de que mi abuela lo hubiera perdido, dijo Entzminger, residente en Oakton, Virginia.
Por su parte, Banjanin, que bucea desde hace unos 20 años, señaló que es "la cosa más increíble que ha encontrado" con su detector de metales.
Generalmente, explicó, sólo encuentro "cosas sin valor, pero de vez en cuando hallo pendientes o algo que puedo vender por poco dinero".
John Entzminger cumplió justo 75 años el día en que Banjanin le telefoneó para informarle del hallazgo del anillo de su abuela.
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