Si bien la pandemia del coronavirus trastocó los planes de toda la dirigencia política y de la población en general, el año que viene -de no mediar cambios- habrá elecciones legislativas, y desde algunos sectores comienzan a animarse a pensar en un escenario de menor coyuntura y con mirada a futuro. En ese lote de armadores, los más interesados son los dirigentes de la oposición, quienes, con menos presiones de gestión en muchos casos, pueden poner la energía en estrategias de cara a un escenario pos crisis sanitaria. En este sentido, donde más expectativa hay es en Juntos por el Cambio, alianza que viene de perder los comicios a nivel nacional (y provincial en el caso de Buenos Aires) pero que conserva un importante lugar como segunda fuerza del país. Además, en muchos lugares conservó el poder, por lo que sus aspiraciones están intactas, más allá del cimbronazo que significó la derrota del 2019 y, muy posiblemente, la pérdida de su líder, el expresidente Mauricio Macri, al