¿SE EXPANDE JUNTOS POR EL CAMBIO?
Si bien la
pandemia del coronavirus trastocó los planes de toda la dirigencia política y
de la población en general, el año que viene -de no mediar cambios- habrá
elecciones legislativas, y desde algunos sectores comienzan a animarse a pensar
en un escenario de menor coyuntura y con mirada a futuro. En ese lote de
armadores, los más interesados son los dirigentes de la oposición, quienes, con
menos presiones de gestión en muchos casos, pueden poner la energía en
estrategias de cara a un escenario pos crisis sanitaria.
En este sentido,
donde más expectativa hay es en Juntos por el Cambio, alianza que viene de
perder los comicios a nivel nacional (y provincial en el caso de Buenos Aires)
pero que conserva un importante lugar como segunda fuerza del país. Además, en
muchos lugares conservó el poder, por lo que sus aspiraciones están intactas,
más allá del cimbronazo que significó la derrota del 2019 y, muy posiblemente,
la pérdida de su líder, el expresidente Mauricio Macri, al menos en el corto
plazo. Como ocurre en cada escenario de derrota, la alianza entre el PRO, la
UCR y la Coalición Cívica está en etapa de reconstrucción.
Mientras todavía
algunos se lamen las heridas, otros apuntan a abrir el espacio para ser
competitivos en las próximas instancias en las urnas. Para eso, a priori,
asoman dos caminos: endurecer la postura y enfrentar al máximo al gobierno
nacional o abrir el juego e incorporar actores de otras fuerzas, con miradas y
referencias no tan extremas con tendencia hacia el centro.
Y claro, cada uno
tiene a sus líderes e intereses. Ante ese panorama parece haber un ala más
rígida, encabezada por la propia Patricia Bullrich en primera línea y con otros
referentes detrás, como Waldo Wolff y Fernando Iglesias. Lo que podría ser la
derecha de Juntos por el Cambio, donde también se encuadraría el propio Macri.
De la vereda de enfrente, el sector más dialoguista, con Jorge Macri, María
Eugenia Vidal, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, entre otros.
También podría
estar el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pero su cabeza
hoy está enfocada en resolver la cuestión pandémica, que tiene a maltraer a
CABA. En este sentido, desde el espacio que intentan construir Monzó y
Frigerio, donde también aporta Sebastián García de Luca, surgió el rumor de
ampliar la base de votos con referentes de otros espacios, más ligados al
peronismo unos (Florencio Randazzo y Juan Manuel Urtubey) y otros más cercanos
al progresismo (Margarita Stolbizer).
En cualquier caso
se trata de todos dirigentes de centro, que es el objetivo de un sector
importante de la alianza cambiemita. También el Macri de Vicente López está
tomando la posta, y en los últimos días encabezó una suerte de gira virtual con
intendentes del interior, para hacer hincapié en la construcción política
propia, en la necesidad de la unidad y la ampliación del espacio. Según pudo
saber “La Tecla”, allí, el jefe comunal invitó a sus pares a buscar nuevos
actores; básicamente, progresistas y peronistas, que es donde, asumen, hay para
buscar.
La exgobernadora
bonaerense está en la misma sintonía. De un tiempo a esta parte se mostró muy
activa a través de teleconferencias, desde donde intenta contener a la tropa,
pero también ir en búsqueda de los votos perdidos. Desde su entorno señalaron a
“La Tecla” que “la gran mayoría de los integrantes de Juntos por el Cambio
coincide en que el camino es la apertura”.
“Después puede
haber preferencias, pero es una segunda discusión. Pero está claro que no
podemos tener la misma oferta que tuvimos cuando perdimos. Para hacer algo
distinto y superador tenés que mostrar nuevos nombres y nuevas incorporaciones.
Después hay que ver a quién te interesa más sumar y quién quiere venir, pero
estamos todos en línea con eso”, se dijo.
En esa línea, un
temor que sobrevuela en las filas cambiemitas es la posibilidad de que el
gobierno elimine las PASO, herramienta que hoy es fundamental para la oposición
al momento de dirimir liderazgos, pero un obstáculo para el oficialismo, ya que
en ese filtro puede acomodarse la contra y ser más competitiva. Creen que la
crisis que profundizó la pandemia será la excusa perfecta para derogarlas. El
tiempo dirá, mientras tanto, arman estrategias.
Julio Burdman:“En el
oficialismo y en la oposición hay una búsqueda hacia el centro”.
“Hay una
búsqueda, tanto en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio, del centro.
En Todos, esto se expresa en el discurso de Alberto Fernández mencionando a
Alfonsín reiteradamente, tratando de llegar a otros votantes. Eso incluye la
búsqueda de la buena relación con Rodríguez Larreta, la idea de que se puede
formar un centro en la política argentina. Y en Juntos por el Cambio, creo que
se expresa en estos rumores de incorporación de dirigentes de otros espacios,
incluidos el peronismo. La idea de que Pichetto va a desarrollar un sector
peronista para capturar dirigentes”, explicó Burdman a “La Tecla”.
En este sentido,
el analista añadió: “La búsqueda del centro en la Argentina no es tanto una
actitud ideológica sino una cuestión de buscar otros dirigentes del espacio
contrario, tender puentes hacia el adversario y tratar de sacarle votos. Esa
tendencia coexiste también con otra más hacia la radicalización. En el Frente
de Todos sería aquellos que tildan al presidente de tibio por no haber
expropiado a Vicentin a toda orquesta, mientras que en Juntos por el Cambio son
los que se quieren oponer mucho más fuerte al gobierno y denunciar que la
cuarentena es una infectadura. Están las dos actitudes compitiendo entre sí.
Eso responde a la perplejidad del momento. En ninguno de los dos espacios se ve
una estrategia clara de hacia dónde debe ir la política”.
Daniel Ivoskus: “Hoy, todo el
mundo tiene que construir volumen político”.
El consultor dijo
a este medio que “hoy, lo que tiene que hacer todo el mundo, más allá del
espacio en el que esté, es construir volumen político. Sólo Alberto Fernández y
Horacio Rodríguez Larreta quedan al margen de la intolerancia argentina, rompen
la polarización. Pero a su vez son competitivos entre sí; entonces, todos
tienen que engordar su espacio”.
En cuanto a
posibles incorporaciones, Ivoskus señaló: “Si Urtubey y Randazzo no pegaron el
salto en el momento que tenían que hacerlo, por qué lo harían ahora, que no son
gobierno y no manejan poder... Lo veo difícil. A Stolbizer, sí la veo mucho más
cercana a María Eugenia; es su lugar natural, donde debería haber estado
siempre”.
Aclaró: “Es más
una postura de mostrarse abiertos a sumar que algo real. Pero no hay dudas de
que el camino de Juntos por el Cambio tiene que ser el de la ampliación del
espacio”. En la misma sintonía, el analista remarcó: “No hay lugar para los
tibios, ni de un lado ni del otro. No sólo por una decisión política, la
sociedad está en esa posición. De un lado está el miedo y del otro, una
sumatoria de angustia, desorientación y aburrimiento. La pregunta es cuál gana.
Por eso, el escenario electoral puede variar”.
Ivoskus completó:
“Veo las posturas más radicales, que también es un poco lo que la gente quiere
escuchar. Como Cornejo, Patricia Bullrich, que arrancan en ese 30% que no
quiere saber nada con la cuarentena. Hay que ver quién es el que expresa la voz
de eso. Mañana es tarde. Cuando alguien la está pasando mal genera empatía
mucho más rápido y más fácil”.
“Cualquier
oposición, en este sistema de balotaje, necesita ampliarse hacia el centro.
Esto no es sencillo, porque Juntos por el Cambio estuvo siempre muy tironeado
tanto por la derecha como por el centro. Pero el corrimiento fuerte está hacia
el centro. El ideal sería poder sumar de la derecha y el centro, pero si la
derecha se corrió muy a la derecha es un gran problema para Juntos por el
Cambio, porque eso ahuyenta a cualquier votante centrista o moderado”, apuntó
el analista Mario Riorda a “La Tecla”.
Respecto de la
incorporación de dirigentes de otras fuerzas, el especialista en comunicación
política manifestó que “absolutamente todo es posible. Pero lo veo dificultoso
en el corto o mediano plazo. No puedo descartar nada a largo plazo, pero no
creo que estos nombres puedan dar pasos tan contundentes y hasta brutales para
su carrera política en un contexto como el actual. Hoy es una especulación muy
fuerte, y no creo que estos actores, en su propio cálculo electoral pudieran
decidirse a algo tan potente para ellos y tan difícil de calibrar y medir,
respecto de las bondades o no de dar ese paso”.
Agregó: “Si no
hay un incentivo a ampliar, a tolerar los centros, evidentemente se pierden las
chances de ganar. Claramente es una hipótesis esta idea de una potencial
disgregación entre perfiles del PRO y radicales, o dirigentes que gestionan y
aquellos que no tienen cargos, o los perfiles hiperpersonalistas, como Pichetto
o Carrió”.
En diálogo con
“La Tecla”, la consultora expresó: “Habría que ver qué le aporta cada uno de
esos posibles refuerzos.
Urtubey, ya en su
momento le dijo que no. Hay que ver qué caudal, si es desde el peronismo. Pero
fue también un modelo que no le funcionó con Pichetto. No sé si en la nueva
normalidad podemos analizar de la misma manera a la política; a lo mejor, esas
situaciones ya están mucho más gastadas. No parece muy exitoso como estrategia.
A Monzó lo vería más fuera de Juntos por el Cambio, no sé si adentro con Macri.
No la veo a esa posibilidad”.
Asimismo, Del
Franco subrayó: “Por otro lado, hay un 25% del núcleo duro, que es del PRO, que
está en situación combativa, por la necesidad de oponerse. Ahora es el
anticuarentenismo. Hay que ver hasta dónde se va a poder sostener. Porque es
algo que se ve más a través de los medios y en las redes que en las encuestas.
Hay muchas dimensiones. Hay mucha gente más en la calle que antes, pero no
necesariamente quiere que se levante la cuarentena”.
Por último, la
analista disparó: “Creo que es más fácil que se divida la propia UCR a que se
rompa Cambiemos. Algunos se quedarán con el PRO, otros se irán con Alfonsín, y
otros, con Cornejo. No es fácil convertirse en un dirigente nacional, hay que
ver hasta dónde puede llegar Cornejo. Pero se puede venir una nueva atomización
dentro del radicalismo. Veo que Juntos por el Cambio se va a atomizar para el
año que viene. No veo hoy que el oficialismo haya llegado a un nivel de
demonización que haga falta que se junte lo injuntable. Alberto tiene el peso
terrible de esta situación, pero todavía mantiene un piso mínimo de aceptación
de un 60%”.
Fuente: Revista La Tecla.
Comentarios
Publicar un comentario