EL "CURA GAUCHO" BROCHERO FUE OFICIALMENTE BEATIFICADO
Fue en una ceremonia que
presidió el enviado del Vaticano, el cardenal Angelo Amato, y que se desarrolló
en la localidad cordobesa que lleva su nombre.
La ceremonia de beatificación
fue presidida por el enviado del papa Francisco, el cardenal Angelo Amato, prefecto
para la Causa
de los Santos, quien dio lectura al instrumento del Vaticano que concede al
“venerable ciervo de Dios, José Gabriel del Rosario Brochero, sea llamado
beato" y "que su fiesta pueda celebrarse cada año el día 16 del mes
de marzo”.
Mientras los presentes
manifestaban su alegría y agradecimiento por la beatificación, el cardenal
Amato dio comienzo a su homilía destacando y valorando la figura de Brochero,
al subrayar que “fue un verdadero benefactor de la humanidad” e instó a que
“sigamos admirándolo, imitándolo en sus obras materiales y espirituales”.
El cardenal dijo que Brochero
“dedicó su vida al bien y a la santificación de los fieles, sobre todo de los
más necesitados” y que “cada día predicaba la palabra de Dios con homilías bien
pensadas, bien articuladas y sin improvisaciones”.
Amato destacó que aún con su
formación académica en filosofía supo llevar un “lenguaje simple, sencillo y
popular para que todos pudiesen entender lo que decía. Un vocabulario serrano”
y en ese sentido lo consideró “un verdadero comunicador que transmitía alegría
y esperanza” a la gente.
En otro de los pasajes de su
homilía el enviado del Vaticano valoró la “coherencia” entre la vida y la
enseñanza evangélica de Brochero, a quien calificó como “una persona de gran
riqueza espiritual que comunicaba el amor ilimitado de Dios”.
“Brochero predicaba, confesaba, dirigía, asistía a la gente” por intermedio de sus ejercicios espirituales renovadores desde la oración y como devoto de

Asimismo, enumeró las obras
que Brochero consideraba de suma importancia para el desarrollo y crecimiento
de la población y su gente, tal el caso de construcción de escuelas, albergues,
iglesias, y destacó también su intervención para que los trabajadores “reciban
un salario justo” a la par de sufrir por los niños que dejaban la escuela para
trabajar.
El cardenal Amato ofreció
luego la comunión a los presentes y los primeros en recibirla fueron Nicolás
Flores y sus padres, Sandra Violino y Osvaldo Flores.
Nicolás es el adolescente que
tuvo un grave accidente automovilístico en el 2000 y pudo salvar su vida al
invocar su padre al cura Brochero, cuyo milagro fue el fundamento de la
beatificación del `cura gaucho´.
El sacerdote Jorge Frigerio,
uno de los coordinadores de la organización de la ceremonia religiosa estimó
que participaron más de 100.000 personas, en tanto que desde el área de turismo
provincial estimaron que las presencias fueron cercanas a los 150.000
peregrinos, según cifras preliminares.
Entre los presentes en la
ceremonia estuvieron en representación del Gobierno nacional el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación , Julián Domínguez;
el secretario de Culto de la
Nación , Guillermo Oliveri, y el secretario de Políticas
Universitarias, Martín Gill.
También participaron el
gobernador José Manuel de la Sota ;
el intendente de la ciudad de Córdoba, Ramón Mestre; legisladores nacionales,
provinciales, intendentes, obispos de distintas provincias y países
vecinos.
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