LA PARTIDA DEL GRUPO PLAZA, O EL OCASO DE UNA EMPRESA

El comentario de “Palabras Claras”, periódico online de nuestra ciudad, escrito por Romina Giuffré, fue subido al sitio a las 3.53 de este miércoles (8). Por lo candente del tema y por considerarlo de sumo interés, además de valiosa opinión, reproducimos –con la debida autorización- el artículo.

El intendente interino de Bahía Blanca, Gustavo Bevilacqua, se reunirá hoy (miércoles 8) por la mañana, con los concejales para conversar e informar sobre los pasos a seguir en el marco de la turbia relación que se está manteniendo con el Grupo Plaza.

El hecho se produce a raíz de la reunión que representantes de Plaza y miembros del gabinete municipal mantuvieron este lunes (por el día 6), motivo por el cual Bevilacqua asistirá con todo su equipo de trabajo.

Desde la firma manifestaron que quieren quedarse en Bahía Blanca. Pero la municipalidad ya tiene un plan alternativo, que es lo que explicará en pocas horas el intendente local.

Se trata de darle otra línea, a Rastreador Fournier, quitándole así una de las cuatro que Plaza maneja actualmente, mientras que las tres restantes serían manejadas por una empresa mixta que estará a cargo de la Sapem.

En tanto, de parte del municipio la organización es tal que ya fue acordado un leasing del Banco Nación para comprar más unidades.

Por su parte, desde Grupo Plaza, se cambió de versión en poco más de una semana. En un comienzo, manifestaron que si el municipio no cambiaba de actitud, se irían, casi diciéndolo como amenaza.

Quizás, la postura tomada en un primer momento por la firma capitalina, estuvo ligada a que acostumbraban tratar con el jefe comunal en uso de licencia, Cristian Breitenstein, quien hoy se desempeña como ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, donde en base a las presiones permanentes lograban sobrellevar una situación que iba de aumentos en aumentos de parte de la empresa, mientras que el municipio vivía perdonando los incumplimientos de la firma, de modo que sólo los usuarios pagaban las consecuencias -y un boleto mucho mas caro-.

En este caso, el gerente comercial, Gustavo Gago, se encontró con un intendente al que no le tiembla el pulso a la hora de decirle que no a un capricho empresarial, motivo por el cual la empresa cambió automáticamente de un "si no nos dan el gusto nos vamos" a un "pero si nosotros queremos quedarnos".

Es la primera vez desde que el grupo caracterizado por los colectivos rojos llegó a la ciudad, que alguien los obliga a cumplir el pliego en cuanto a unidades en servicio, frecuencias y estado de los micros.

Algunas fuentes aseguran que Bevilacqua buscará apoyo de los ediles para conseguir la cancelación del contrato con la firma, mientras que usuarios frecuentes consultados por “Palabras Claras” piensan que es muy difícil que algo cambie y apuestan a que se llegará a un arreglo y Plaza continuará en la ciudad.

Muchos aseguraron, aunque sin pruebas, que la empresa ya estuvo sacando micros de Bahía Blanca, mientras esa situación parece no preocuparle al municipio, ya que tiene el crédito otorgado para comprar nuevas unidades.

La flota más moderna del país, como lo prometieron quienes gestionaron su llegada a la ciudad, sólo trajo problemas y generó caos en el transporte público durante los años de gestión de Breitenstein, pero parece estar llegando a su ocaso.

Lo cierto, si Plaza se va o se queda, si lo que vendrá es mejor o peor y si en realidad existirá un cambio se sabrá en muy pocas horas, cuando el flamante intendente Gustavo Bevilacqua cruce la Plaza Rivadavia para regresar a su despacho.

Nota del editor

Excelente visión respecto de un tema candente. Llama la atención, eso sí, y no porque se desconozca como son las cosas, que el municipio tenga ya resuelto tomar buena parte del servicio público de transporte de pasajeros; y en buena medida haya adoptado recaudos, leasing incluido, para "hacerse cargo". ¿Estatizar?, es acaso la metodología para el futuro inmediato. Volvemos para atrás, pero... ¿a qué precio?.