OLIMPO PERDIÓ DOS PUNTOS IMPORTANTÍSIMOS
Por Eduardo Serralunga, desde
Neuquén.
NEUQUÉN 26.- Los comentaristas de Fútbol para Todos (¿y
todas?) ponderaron durante gran parte del partido que Olimpo empató 1 a 1 anoche contra el Racing
Club la "actitud" del colombiano Miguel Borja. Recién después del
tercer gol errado por el negrito mimado de Walter Perazzo dijeron lo que uno
viene pensando desde que empezó el Torneo Transición.
"A Borja lo trajeron para
que haga goles". Exacto. Y -para mí- ya está demostrado que es un joven
negado para el arco. Pone, mete, se enoja (al borde de dejar al equipo con uno
menos, como ya sucedió) cuando lo marcan fuerte, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero de goles, ni hablar.
Ayer lo acompañó el debutante
Joaquín Susvielles, quien tuvo un par de intervenciones valiosas, hasta que fue
reemplazado por el chico Vidal, otro promovido de las inferiores aurinegras.
Hay pruebas más que
suficientes de que el entrenador eligió mal los refuerzos, sobre todo en la
línea más deficitaria del aurinegro: la delantera. Somos el equipo menos
goleador al cabo de 13 fechas. Y por eso estamos en el fondo de la tabla de
posiciones. No se entiende por qué "hacen banco" -o ni siquiera eso-
jugadores como Vuletich o Gaona Lugo, cuyas actuaciones -si bien nos hacen
añorar a Ismael Blanco, el Flaco Delorte, Silvio Carrario, Cristian Castillo y
hasta al legendario Ruso Schmidt- han demostrado más vocación y puntería frente
al arco adversario.
Anoche Olimpo jugó buena parte
del partido con un hombre más, por la expulsión del defensor racinguista
Grimmi. No se notó. Por el contrario, pareció advertirse un repliegue de Olimpo
a partir de la superioridad numérica. Algo incomprensible.
El de anoche fue un partido
ganable, contra un equipo que tiene un gran arquero (el “Chino” Saja); un
delantero que estuvo "intratable" como "el Demonio" Gabriel
Hauche -autor del gol de la
Academia- y a un jugador de otra categoría, el internacional
Diego Milito. Sin embargo, se pudo ganar.
Nos quedamos con la sensación
de que no se quiso ganar este partido que podría haber significado el principio
de la urgente levantada necesaria para el último tercio del certamen. Si esto
no cambia, el próximo campeonato nos va a encontrar gravemente comprometidos para
la permanencia en el "círculo superior" del fútbol argentino. Y
Olimpo no se merece esta realidad y el horizonte sombrío. ¡¡¡Vamos Olimpo,
carajo!!!.
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