EL PAÍS DE ERRORES REPETIDOS EN MÁS DE MEDIO SIGLO
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Arturo Frondizi, estadista, se anticipó a los tiempos. No lo dejaron... |
Arturo Frondizi fue un
abogado, periodista y político argentino, que fue elegido como presidente de
Argentina y gobernó entre el 1 de mayo de 1958 y el 29 de marzo de 1962, cuando
fue derrocado por un golpe de estado militar.
Así dice Wikipedia, a cuyo
valioso material recurrimos para introducirnos en un tema que quizás poco o
nada tenga que ver con la actualidad que merece ser comentada, este martes
(18), por mucho que sólo genere reacciones negativas, empezando por las
sensaciones que nos han asaltado desde la madrugada, escuchando los medios.
El sitio resume, también otros
datos, algunos más conocidos que otros, como que Frondizi nació el 28 de
octubre de 1908 en Paso de los Libres; y que murió en Buenos Aires, el 18 de
abril de 1995.
Cita que estudió en la Universidad de Buenos
Aires; que su esposa fue Elena
Faggionato; y tuvo un hermano, Silvio.
Por alguna razón, alguien
escribió de él que (Arturo) Frondizi fue “el presidente intelectual impulsor de
las teorías desarrollistas, y uno de los políticos más polémicos de la historia
argentina”.
¿Qué tendrá todo esto que
ver?.
Pocas horas atrás, en el
comienzo de la jornada hábil, repasábamos –en el momento de la búsqueda
cotidiana del matutino local– como es el presente, con vericuetos políticos
casi imposibles de creer.
Sólo haber escuchado (o leído)
los indicios de lo sucedido y lo que vendrá, era suficiente no ya para
alarmarse (¿qué sentido tendría?) sino para ver cuán desalentador pinta el
próximo devenir.
Hemos estado, este lunes (17),
conversando muy brevemente con Gustavo Posse, que intenta, con su gente,
convocar a un frente. Podrá animarlo la mejor de las intenciones, sin duda,
pero se sabe que detrás de esa iniciativa, siempre, está latente el afán
electoralista, por un lado; y el deseo
de “primerear” a la hora de la confección de listas.
Se conoce, por si fuera poco,
del fracaso del intento de la polémica alianza (encabezada por Fernando De la Rúa y por el huidizo “Chacho”
Alvarez), que desembocó en la crisis del 2001.
Pero las evidencias hablan del
delicado momento que se vive.
Daniel Scioli no ceja en su
intento de ser candidato presidencial en el 2015, pero dice estar con Cristina.
¡Por favor!.
Los radicales se acercan a
Hugo Moyano (¿o él a los radicales?) para estar unidos en la manifestación de
este miércoles (19), en Plaza de Mayo. ¡Una más!. ¿Quiénes participan de esa
actitud: Juan Manuel Casella (¡que renovación!) y Ricardo Alfonsín. Los motiva,
dicen, respaldar los reclamos de las centrales sindicales.
El mismo Moyano acusa a
Scioli, de la misma manera que justifica su alejamiento del PJ bonaerense,
diciendo que el gobernador actúa con “hipocresía y falsedad”. El mandatario, a
la vez, se reúne con Francisco De Narváez.
La presidenta, a su turno,
releva a Jorge Argüello de la embajada en EE.UU (irá a Portugal) y lo suple con
una mujer de “La Campora ”
(Cecilia Nahón), sólo porque el diplomático tuvo un entredicho con el
“intocable” Guillermo Moreno. ¿Es así todo en la diplomacia Argentina?.
Pese a la apelación de
“Clarín”, el titular de la AFSCA
notificó al multimedio del inicio del proceso de desinversión.
El gobierno avanza en sus
acciones contra la justicia, propiciando, incluso, elegir a los jueces por
medio del voto popular. ¿De terror!. Se entremezclan, claro, fallos contrarios
al ejecutivo (por la Ley
de Medios, fundamentalmente) y la desafortunada decisión que la justicia aprobó
en Tucumán, donde se absolvió a los imputados por el secuestro de Marita Verón.
Como las apuntadas, muchas más
cosas suceden a diario en este bendito país. Y son hechos recurrentes (a veces
con cambio de los protagonistas, pero no tanto).
Entonces, no puede olvidarse
la sucesión de los gobiernos que se alternaron desde los tiempos en que Juan
Domingo Perón fue derrocado, en septiembre de 1955. Hubo algunos períodos con
presidentes radicales (Arturo Illia, Raúl Alfonsín y De la Rúa ). Ninguno terminó bien.
Hubo mandatarios militares,
instalados después de golpes de estado.
Casi siempre, en momentos límites, pero generando, tras intentos de
reorganización, etapas peores aún.
Mencionamos al comienzo a
Frondizi. Si aquello de marzo de 1962 no hubiera sucedido, el país sería
distinto, sin duda. Se anticipó a los tiempos, pero no lo dejaron…
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