MONSEÑOR AGUER: “LA IGLESIA SE RENUEVA SIENDO SIEMPRE LA MISMA”
Monseñor Héctor Aguer, arzobispo de |
Monseñor Aguer habló también
acerca de los conflictos sociales que enfrenta Buenos Aires. Advirtió que “hay
problemas serios” en una provincia que “tiene un caudal extraordinario de
riqueza” y en este sentido precisó que “la cuestión es cómo hacer para llegar a
una vida sin sobresaltos y a una justicia que a veces se hace esperar
demasiado”.
¿Cómo es la situación actual
de la Iglesia ,
sin Papa?
- Estamos esperando que el Señor
nos dé el nuevo Papa. Es un proceso que está cuidadosamente reglamentado.
En estos días, todo el mundo
opina acerca de la situación de la Iglesia. Me parece que todas esas impresiones,
por más respetables que sean, tienen una falla y es que la mayoría de ellas no
advierte la naturaleza propia de la
Iglesia , que sólo se percibe con la fe.
Los fieles católicos, lo que
debemos hacer en este tiempo es orar, porque ya están quienes se ocupan de la
elección del nuevo papa, que son los cardenales.
¿Cuál es su apreciación
respecto del Papa saliente, Benedicto XVI?
- Ha sido un Pontificado
luminoso, y puedo señalar algunos aspectos fundamentales. El primero, es
confirmar en la fe a los miembros de la Iglesia. La gente lo podía entender perfectamente
en sus homilías. Luego, el haber insistido en la identidad del catolicismo,
sobre todo la interpretación de realidades tan cambiantes y tan difíciles como
las de hoy.
Él ha mostrado, como se ha
dado siempre en la Iglesia ,
una continuidad. La Iglesia
se renueva siendo siempre la misma, no hay una mutación esencial, no hay una
Iglesia anterior al Concilio Vaticano Segundo y una Iglesia posterior.
¿Le llamo la atención su
renuncia?
- Sí, nos conmovió a todos,
aunque por otra parte, está prevista en el Derecho Canónico. Desde un punto de
vista teórico no hay sorpresa, la sorpresa es que no esperábamos que lo
hiciera. Conociéndolo, uno advierte que ha sido, como él mismo lo expresa, un
acto de conciencia, de responsabilidad delante de Dios.
¿Qué desafíos a futuro
enfrenta la Iglesia ?
- La secularización, la
descristianización de muchos países, el encontrar la metodología adecuada para
llegar a todos y especialmente ocupar el lugar público que corresponde a la
religión en la sociedad.
Una de las cosas principales
es que hoy muy pocos, además de la
Iglesia , advierten el fundamento natural de la sociedad y lo
que está en juego en la sociedad contemporánea, que es una idea correcta del
hombre. Me parece que la
Iglesia tiene que hacer un aporte muy especial en ese
sentido.
¿Cuál es su visión sobre la
situación política en Argentina?
- Yo no hago análisis de la
situación política, me parece que no corresponde. Lo que hago es intervenir en
aquellas cuestiones públicas que ponen en juego precisamente este orden natural
de la sociedad, de la familia, y especialmente la relación de justicia entre
los ciudadanos.
Todo ello implica una idea del
hombre y me parece que mi función es ante todo recordar las líneas
fundamentales de la
Doctrina Social de la Iglesia y ayudar a todos a que adviertan que en
esa enseñanza social de la
Iglesia se encuentran los principios que pueden inspirar las
soluciones reales para los problemas reales de la gente.
¿Cuáles son las problemáticas
sociales más latentes que observa en la provincia ?
- Aquí hay problemas que vienen
arrastrándose desde hace mucho tiempo. Una gran desigualdad social, bolsones de
pobreza muy fuertes, la violencia en la convivencia cotidiana, la exasperación,
la proliferación del delito.
De manera que hay problemas
serios en una provincia que de suyo tiene un caudal extraordinario de riqueza.
La cuestión es cómo podemos hacer para llegar a una vida sin sobresaltos y a
una justicia que a veces se hace esperar demasiado.
¿En los últimos años ha habido
una profundización de estas cuestiones o una mejora?
- En muchos aspectos hay
mejoras. Se hacen cosas y eso siempre tiene una repercusión positiva. La
cuestión es cuando hay ciertas cuestiones básicas que no acaban de resolverse
nunca. Eso es lo que mucha gente advierte todavía como faltante.
Creo todavía que la falta de
trabajo genuino, la descomposición de la vida familiar, tiene mucho que ver con
la posibilidad de que los padres puedan proveer lo necesario para los hijos y
dedicarse a su educación. Los problemas educativos son también muy serios.
Por cierto, la provincia de
Buenos Aires está atravesando un paro docente.
- Es señal de que hay una
dificultad grande en que el sistema educativo funcione de una manera serena y
eficaz. Comprendo que los docentes tienen razones para manifestar sus
aspiraciones. Sobre todo porque ha caído, comparado con décadas anteriores, el
aprecio por la función docente por parte de las familias y de la sociedad. Esto
no es sólo una cuestión de presupuesto.
Por otra parte, habría que
pensar si no hay formas alternativas de protesta que sirvan para reivindicar
los derechos pero que no perjudiquen a los chicos que necesitan ir a la escuela.
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