FABARO: "MILLONES EN SEGURIDAD PARA CONSTRUIR UNA CIUDAD DEL MIEDO"
El
ingeniero Carlos Fabaro, dirigente del GEN; marcó diferencias con las políticas de seguridad que
comienzan a desarrollarse tanto en el municipio como en la provincia. Se mostró
preocupado que en su afán por luchar contra la inseguridad en realidad se
profundice la lógica de acción que han llevado los anteriores intendentes sin
lograr resultados positivos sostenidos en el tiempo. Esto expresó:
"En los últimos años se han invertido cifras astronómicas en la
incorporación de redes de monitoreo, cámaras, patrulleros, nuevas policías y
los índices delictivos mostraron el rotundo fracaso de estas acciones que solo
sirvieron para enriquecer a los proveedores de las nuevas tecnologías sino que
no ha tenido impacto comprobable en combatir la inseguridad y menos en
disminuir la violencia.
¿Por
qué si seguimos haciendo lo mismo pensamos que las cosas van a cambiar?. El
problema de inseguridad es real, tan real que es aprovechado por múltiples
sectores para vender productos, servicios o incluso espacios urbanos seguros.
En este sentido, la inseguridad, se convierte en una fuerza para demandar
y justificar la segregación de los espacios y de los grupos sociales. La ciudad
se disuelve, pierde su capacidad integradora y la ciudad como sistema de
espacios públicos se debilita. Esta compartimentación es potencialmente
explosiva, es socialmente injusta, políticamente antidemocrática, culturalmente
miserable. A corto plazo puede ser válida. Pero significa una ruptura del
tejido social, una pérdida de pautas comunes. Por esta razón que más pronto o
más tarde conduce a la guerra de todos contra todos.
Hay
que dejar bien en claro que 'la causa principal de la violencia urbana no es la
pobreza sino la desigualdad social'. El fin de las políticas de seguridad no es
la protección de una parte de la población a costa de la marginación y
criminalización de otras sino la integración o inclusión de la totalidad o de
la inmensa mayoría, la construcción permanente de pautas de convivencia
compartidas y la primacía de la prevención, la reparación y la sanción con
vocación reinsertadora sobre la represión vengativa tan simple como poco eficaz
para crear un ambiente ciudadano seguro para todos por igual".
Carlos
Fabaro
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