PRIMEROS PASOS HACIA UN CIRCUITO TURÍSTICO RURAL
Se
buscaría impulsar un corredor que incluya a Cabildo, Estomba, Saldungaray y el
dique Paso de las Piedras, como complemento del auge de la Comarca Serrana.
¿Chacras con otro rumbo?.
Hace
tiempo y a lo lejos, cuando las cosas eran diametralmente opuestas a las de hoy
en día, quiérase o no, fui director de Turismo (junto a Deportes) en la
municipalidad local.
Era
ese (o eran los dos) un tema que me gustaba. El turismo, porque siempre pensé
en lo bueno que sería hacer periodismo desde ese ángulo, el turístico, que no
se rozaba, y así es hoy también, con los pesares de la pobreza, de las
necesidades insatisfechas y de cosas parecidas. Ya me había ocupado de eso en
los albores de mi oficio v, sin descartarlo, hubiera preferido (no pudo ser)
algo más placentero, un poco alejado de las miserias políticas de siempre.
No
fue así, pero algo sé que intenté hacer en la MBB, en los dos renglones que me
tocaron, aun cuando el matutino local, como casi siempre, por algunos mentores
metidos dentro de ese medio, me persiguiera con su crítica.
Ya
por los años ’80, cuando en buena medida me tocó liderar un espacio turístico
regional, se “gestionó” por algo que parecía la panacea, tanto para Monte Hermoso como para Sierra de la Ventana, interesados ambos lugares en la
instalación de casinos, aunque fueran alternativos según razones estacionales.
Con
el muy reducido equipo que me acompañaba, le dimos presencia a Bahía en un
ámbito que había descartado de plano en otras circunstancias. Y algo hicimos,
incluso, a nivel zonal.
Puede
que sea que desde entonces me quedo latente una inquietud, como ver que algunos
lugares se promocionaran debidamente. Desde que asistí a la inauguración del
Dique Paso de las Piedras, me quedó grabada la sensación, al menos, de que allí
bien podría generarse un ámbito adecuado para el disfrute de la gente.
Nunca
fue así, por cierto, porque los “ires y venires” de los gobiernos de turno se
encargaron de tornar imposible lo naturalmente factible. Con la excusa del
suministro de agua a Bahía Blanca, Punta Alta y algo más, fue siempre más lo
prohibido que lo permitido. Y así fue todo.
Hace
pocas semanas, después de mucho tiempo, anduve por esos lugares. Y volví, hace
pocos días. Cerca del dique, están las ruinas, todavía en pie, de una hostería
que pudo ser “de privilegio” si se la hubiera usado como corresponde a través
de los años. Como construcción, una
belleza; como realidad, algo pavoroso, con todo destruido, salvo la estructura.
Nunca
se ha explicado, o sabido al menos, quien “no se ha hecho cargo” nunca de
“poner en valor” ese casi inigualable recreo a pocos kilómetros, “a sólo un
termo de distancia” (slogan que usan para otros circuito de la región).
Lo
cierto es que, Paso de las Piedras, a la vista del viajero por muchos
kilómetros, sea por un lado o fuere por otro, no ha sido aprovechado nunca en
la total dimensión que representa. Quizás no para “navegar”; sí para la pesca;
o para el simple disfrute de estar bien cerca de un espejo de agua imperdible.
Hace
unos pocos días, desde algún ámbito se ha hablado del lugar. No para
ilusionarse demasiado, habida cuenta de que cuando intervienen los políticos es
casi más seguro que nadie cambie antes que generar un paulatino desarrollo que
hoy no tiene el sector del dique.
Una
de las inquietudes que se ha conocido partió de un grupo de pescadores,
fundamentalmente de Coronel Pringles, pero que se extiende a otros sitios
zonales. Todos, según lo que ha trascendido, intentarían lograr la habilitación
del dique para la pesca, como así también una mejora en las instalaciones y la
infraestructura del sector.
Según
lo conocido, los pescadores piden que se permita el acceso turístico,
simultáneamente con la pesca deportiva.
Se manifiestan plenamente a través de
sus muros de Facebook, como los identificados como “Amantes del dique Paso de
las Piedras” y Locos por el dique Paso de las Piedras”, según lo señaló, en una
nota, el periodista Hernán Guercio, del matutino bahiense.
De
acuerdo a la misma fuente, los pescadores habrían tenido ya un contacto con el
intendente pringlense, Carlos Berterret. . Le habían planteado la situación en
que está el dique (sin mantenimiento), aludiendo a pajonales altos; víboras y
mucha suciedad, dificultades perceptibles, claramente, cuando visitamos el
lugar en lunes 7 de febrero, feriado del Carnaval 2016.
Se
ha requerido que parte del lugar se otorgue en concesión a entidades locales
(de Pringles en este caso), para acondicionarlo.
Esa
es –tiene otros agregados bien puntuales que marcan el estado de cosas por un
lado y las perspectivas de desarrollo por otro- una de las alternativas de las
que se ha tenido conocimiento por estos tiempos.
Otra,
en buena medida muy afín a lo ya apuntado, estaría gestándose a través de
sectores interesados en el turismo (rural podría decirse) vinculados a Bahía
Blanca, Cabildo y Saldungaray (y sus ramificaciones).
Desde
ese “costado”, se piensa en el dique que podría convertirse en el eje de un
corredor que contemple la participación de gente de los distritos naturalmente
involucrados; y de emprendimientos que están cobrando cuerpo.
La
afinidad con la Comarca Serrana tuvo manifestación concreta en los recientes
carnavales (feriado extra largo de por medio), que generaron una afluencia de
turística casi insospechada, al punto que la capacidad hotelera se vio superada
por la demanda registrada.
En
esa realidad está afincada la idea de quienes promueven el aprovechamiento de
una zona chacarera digna de ser utilizada para otros fines, más allá de la
fuente de recursos que supone el campo en toda su dimensión.
Hay,
en las chacras (por darle una denominación folklórica) viviendas de suyo aptas
para alojar pequeños contingentes (familiares o de agrupaciones) que buscan
transcurrir, un feriado largo por caso, en la bucólica tranquilidad de un
campo, con belleza naturales al alcance de la mano.
Se
sabe, off de record, de algún emprendimiento privado deseoso de contar, en la
zona rural, con sitios aptos para ese tipo de turistas, más allá de que se
tenga, alternativamente, superada la posibilidad de recibir a los “viajeros”
(cercanos o lejanos) en la infraestructura hotelera de la que se dispone del
lugar por excelencia que es, felizmente en crecimiento, Sierra de la Ventana.
Al
abrigar la esperanza de tener, progresivamente, un circuito con eje en el dique
ya mencionado, los que sueñan con la explotación del turismo rural, aluden a algunos otros
factores motivantes por sí solos: una quesería, en proceso de acrecentamiento
en Cabildo; un campo de polo en gestación (aunque dicen que cambiaría el
espacio físico originalmente asignado), en la misma localidad; y la ermita
cercana que suele ser muy visitada, y puesta bajo la advocación de la Virgen de
Schoenstatt.
Andando
el camino, si así puede apuntarse, están los campos (que podrían ser casas de
huéspedes a futuro); los galpones del
viejo ferrocarril, que siempre llaman la atención de la gente; la derruida
estructura de la escuela de Estomba (con un poco de trabajo podría ser
restaurado el edificio para albergar algún espectáculo a campo casi abierto en
ciertos momentos; la majestuosidad del pago (que puede observarse desde los
propios establecimientos hoy netamente agropecuarios; y la atracción que
determina el impulso de la Bodega Saldungaray, que capta público en alto grado,
porque es un emprendimiento con perspectivas de pleno desarrollo, a la luz de
lo que se ha hecho y las metas en ciernes. Hay, por si fuera poco lo antedicho,
un incentivo que tiene que ver alguna obra de Salamone, en el propio
Saldungaray, sin olvidar que esa localidad cobija la iglesia de la Virgen del
Tránsito (o la Virgen Dormida, según se quiera), un testimonio religioso
siempre vigente.
Todo
lo señalado viene un poco a cuento de un encuentro que se llevará adelante este
próximo jueves (18), en instalaciones de la bodega de Saldungaray. Para esa
ocasión, se estaba procurando la presencia de los directores de Turismo de las
comunas de una u otra forma, directa o indirectamente, vinculadas al dique Paso
de las Piedras y a toda la zona cercana (Bahía Blanca, Tornquist, Coronel
Pringles); a algunos dirigentes cercanos (oficiales, como el delegado municipal
en Cabildo; o privados, como un representante del lugar anfitrión).
La
reunión, preliminar para próximas acciones, se hará desde la hora 17. Puede
deducirse que será antesala de otras, ampliadas quizás, para ver la posibilidad
de dar forma, a un futuro, circuito que
sería de insospechados alcances.
PARA VER:
Luis
María Serralunga
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