LA BANDERA LA PATRIA, DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS…

Fecha extraña, esta del 27 de febrero del 2012.

Cuando proliferan los feriados incomprensibles (aún desde lo positivo que puedan ser para el turismo), no está mal hacer un alto, más, para rendir homenaje a la Bandera de la Patria.

“Bandera mía”, dice el título de una página, la número 1, de “Aula cordial”, un libro de texto para cuarto grado (ex tercer grado, se explica), de Elena M. de Martínez Abal.

La “copiamos”:

“Te contemplo otra vez, ondeando en el frente de mi querida escuela.

¡Cuánta emoción me das!.

Eres como el resumen de las glorias de la Patria.

¡Cuántos soldados alcanzaron la victoria o cayeron con honor por ti!.

Hombres de ciencia, fundadores de pueblos, organizadores de la Nación: todos se inspiraron en las glorias que representas.

Te cantaron los poetas desde que fuiste enarbolada por primera vez.

Te alabarán las generaciones argentinas por los siglos de los siglos.

Yo te amo y te reverencio, bandera mía.

Trataré de ser digno de ti”.

Este lunes (27), se cumplen 200 años de aquel momento, histórico, que evoca la creación de la enseña nacional, por ese prócer de la argentinidad que fue don Manuel Belgrano. La escena, se ubica en las barrancas del río Paraná, dos siglos atrás.

Alguna vez, desde la escuela número 5, Nuestra Señora de la Merced, tuvimos el orgullo de llevar la Bandera a los desfiles; a alguna procesión de la virgen patrona; a una jura, en el viejo estadio de Olimpo. Un honor poco común, aún para aquellos tiempos pasados, de la mitad del siglo que se fue. Siempre fue, eso sí, una emoción muy grande, entonar “Aurora”, cuando la Bandera trepaba hacia lo alto…

L.M.S.