UN DÍA COMO HOY, PERO 50 AÑOS ATRÁS…
Cruz
del Sur: medio siglo de periodismo realmente independiente.
El
tiempo, que pasa como el avance inexorable de las agujas del reloj, va borrando
las imágenes, desdibujándolas como un hecho natural.
Aun
así, para nosotros, cada vez con memoria más nebulosa, no puede estar ausente
una fecha: 9 de julio de 1966.
Ese
día, era el del Sesquicentenario de la Independencia Nacional.
Quizás
por eso, en esa fecha remota, creamos Cruz del Sur, empresa de periodismo y
publicidad. Pequeña; casi imperceptible. Pero que nos posibilitó abrir el camino que
seguiríamos durante toda la vida.
Vislumbrábamos,
ya entonces (y pese al ejercicio de una jefatura reciente –dos años – en el
matutino local que ha dejado de serlo por estos días) que no sería ese el
destino. Nos fuimos de allí hace 43 años, en junio del ’72.
Nos
ocupamos, inicialmente, de una revista –La Calle, su título– para Cabildo. E
hicimos las publicaciones de la Asociación de Ganaderos y Agricultores y la
Corporación del Comercio y de la Industria, de nuestra ciudad.
Más
adelante, avanzando la década de los ’60 hacia su terminación nos hicimos cargo
del periódico “Tornquist”, del distrito del mismo nombre, que editamos hasta
1983.
Pero
no nos conformamos con eso y el 7 de mayo de 1970, ya como emprendimiento
propio y de 0, iniciamos la publicación de “Villarino”, hoy DIARIO VILLARINO,
que prolonga, digitalmente, una trayectoria de 46 y un poco más en el distrito
de esa denominación.
Paralelamente
casi, empezamos a hacer radio en LU7 Radio General San Martín, emisora oficial
ya desaparecida, donde realizamos programas de producción propia hasta 1975.
Nos hicimos cargo de “La Noticia”, de Punta Alta, lugar donde como antesala
habíamos escrito el periódico “Pregón”.
En
la cabecera rosaleña tuvimos una revista, “Diálogo (con todos)” e instalamos lo
que fue “boom” del momento, estudios para emitir hacia LU7.
Avanzamos
en otras alternativas, como “La Semana” de Saavedra; y un programa en LU34
Radio Pigüé. “Bancamos” las ediciones de “Semana Deportiva” (1974).
Tuvimos
una experiencia (obligada por las circunstancias del momento y la presión del
gremio gráfico), entre 1976 y 1977 en Trelew, como responsables de la redacción
del diario “El Chubut”; y como conductores de un noticiero y un programa
deportivo en el Canal 3 de la misma ciudad patagónica.
Reemprendimos
producciones personales, desde 1978 en adelante, en localidades de nuestra
zona; y en LU3 Radio del Sur, emisora en la que estuvimos entre 1984 y 1989.
Entremedio, hicimos un verano en LU26 Emisora Coronel Dorrego.
En
los ’90, tuvimos la experiencia, poco gratificante, que significó sufrir la
clausura de Cruz del Sur, 101.1 FM, de
la que nos confiscaron equipos, dejándonos prácticamente en calle, en el marco
de un expediente generado por denuncia (¿cuándo no?) del multimedio local. Lo curioso del caso es que a otras radios de
frecuencia modulada, flojitas de papeles, sólo les llevaron algún micrófono,
como simbólica prohibición (y siguieron funcionando hasta que se les antojó).
Los
avatares sufridos nos llevaron, por muy poco tiempo, a vivir otra alternativa
olvidable, en Neuquén (14 meses entre 1995 y 1996), en un diario “conducido” a
control remoto desde Buenos Aires. Pero nos permitimos, por allí, la digresión
de editar un periódico (“Deportivo”) para Neuquén y Cipolletti.
Desde
el ’97 hasta el presente, DIARIO VILLARINO, marca vigente, ahora digitalmente,
determinó una dedicación casi exclusiva a Médanos (nuestro lugar en el mundo
periodísticamente hablando). Editamos, también, LA TRASTIENDA DE BAHÍA, LA TRASTIENDA DEPORTIVA y ZAPPING DE LOS MEDIOS.
Y
aquí estamos, 50 años después de haber iniciado un largo peregrinaje ejerciendo
el periodismo independiente real, respondiendo a una vocación que nos atrapó
allá por 1956, cuando escribimos las primeras cuartillas.
Hace
pocos días, en el transcurso de las VII Jornadas Garcdelianas, el Centro de
Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina, a través de su presidente,
José A. L. Valle; y el Círculo Gardeliano de Bahía Blanca, por medio de su
titular, Carlos Benítez, nos distinguieron por la trayectoria.
Pasó
más de medio siglo para recibir ese reconocimiento, que valoramos y mucho
agradecemos. Parece mentira que otros entes (oficiales y privados) nunca hayan
prestado atención a lo hecho.
Sí,
y esto lo dijimos, sabemos que lo
desarrollado, en toda su dimensión, ha sido posible merced al respaldo de
Mabel, que se fue al cielo el año pasado, y la pequeña familia que con ella
formamos.
Luis
María Serralunga
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