UNA SEMANA DESPUÉS…

¿El “mepasismo recalará en Alsina 65?. El interino y su adhesión al líder político de la ciudad. El oficialismo y su pobre elección. El protagonista de una derrota. La UCR, de gobierno por 20 años hasta no “meter” un nuevo concejal. ¿Un exceso de personalismo?. Caras largas en un  festejo.
Dámaso Larraburu: ¿alguna duda
de que sigue siendo
el "jefe político" de la ciudad?.

Pasaron las elecciones de medio término, es decir, las legislativas que ocupan el  calendario dos años después de las ejecutivas; y dos antes de las que pondrán en juego la presidencia, los gobiernos provinciales; y los ejecutivos municipales. Es decir, aquellas en las que ya muchos piensan, porque otorgan poder mayúsculo en un sistema como el “nuestro”; y porque permiten la “repartija” de cargos, a la que se echa mano antes para comprometer apoyos.

Aquí, en el “Pago Chico”, pareciera ser que no ha pasado nada. O quizás, muy poco de aquello que hace reflexionar a los políticos, cualesquiera sean, sin que importe demasiado el color que suelen lucir y que, a esta altura, nada tiene que ver con las dos únicas elecciones que no se cambian: la “vieja” y el fanatismo futbolero.

Hoy en día se ha hecho tan común el “mepasismo”, que ya se advierte, incluso, en Alsina 65, con quien detenta transitoriamente el carácter de “interino”, como Lord Mayor, prestado desde Médanos (Villarino), aunque insista en que su origen es General Daniel Cerri, como para disimular, pues la única condición que lo “hace bahiense” es su domicilio frente al primer coliseo local, el centenario Teatro Municipal .

A tanto llega la cosa, en esa materia, que Gustavo Bevilacqua ha reconocido el liderazgo de quien urdió la lista del hasta hace poco ignoto Frente Renovador. En buen romance, elípticamente o no, no ha hecho más que afirmar lo que se ha dicho desde siempre, esto es, que quien gobierna la ciudad  -ubicado en su “despacho” de 11 de Abril 77 (sitio que nada debería tener que ver con la política- es Dámaso Larraburu.

Esa expresión (no se dirá que ha sido un acto fallido, porque nadie lo creería) está señalando que, a corto o mediano plazo, pero siempre con suficiente antelación al 2015, el Lord Mayor actual terminará enrolado en las huestes de Sergio Massa, aspirando a ser entonces, dentro de dos años, el titular  (y no interino, lo cual aparece como un absurdo dos años después de iniciada la transitoriedad) de la intendencia, o bien ocupar un lugar de privilegio, por su complacencia con las órdenes “damasistas”, en alguna lista legislativa nacional (no se andará con cosas menores, seguramente).
El "interino" Gustavo Bevilacqua:
¿muy próximo al "mepasismo"?.

Dichos como “creo que es el principal ganador de las elecciones en la ciudad”; o “que todavía tiene vigencia”; y que “su opinión es válida como actor político dentro de Bahía”, todas referidas a Larraburu, no hacen sino ratificar lo que siempre se ha conocido: que Bevilacqua forma parte del “clan larraburista”. 

Por si todo eso fuera poco, por supuesto que todos descreen eso de que “nunca hablé con él”, en referencia a Massa. Y los observadores no dejan de apuntar que su hermano (Carlos) fue en Villarino candidato vecinalista al HCD, pero con boleta que adhirió a la del intendente de Tigre, ahora diputado nacional electo. ¿Tanto separa, políticamente hablando, a los Bevilacqua?. Por favor, ¡somos grandes!.

Ya nadie duda, por lo demás, que en este muy próximo diciembre, Cristian Breitenstein declinará el cargo de intendente, que en rigor nunca asumió, porque ya no habrá obligación de convocar a elecciones comunales para renovar el cargo que desde hace casi dos años “ejerce” Bevilacqua.
Cristian Breitenstein: "gran ausente" el 30;
¿también definitivamente de Alsina 65?. 

Todo lo apuntado es sólo una parte mínima o máxima, según la proyección que se dé a la cosa. No hay que olvidar que el oficialismo lugareño sólo logró el 14,9 por ciento de los votos; y que alcanzó a “meter” dos ediles. Muy poco, por cierto, en un cuadro de situación que merecería algo más que una autocrítica, sin dejar de considerar que, virtualmente, Matías Italiano, fue poco menos que ignorado en materia de campaña (al menos desde el mandamás comunal). Aunque él diga lo contrario.  

Cambiando el ángulo no puede dejar de echarse un vistazo, al menos, sobre lo que pasó con el radicalismo, que gobernó la ciudad durante dos tercios de los 30 años de democracia -Juan Carlos Cabirón, (8) y Jaime Linares (12) los intendentes durante las dos décadas previas al 2003-. La UCR, mimetizada en lo que se dio en llamar el Frente Progresista Cívico y Social (un título demasiado ampuloso para identificar como se va perdiendo la identidad de las estructuras políticas más consolidadas de otros tiempos), no consiguió asegurarse siquiera una banca en el parlamento distrital. Algo así como, para catalogarla sin ambigüedades, la peor actuación electoral desde el advenimiento de la instancia que está llegando a las tres décadas de vigencia (tomando como referencia la elección del 30 de octubre de 1983, cuando la victoria de Raúl Alfonsín permitió que Alejandro Armendáriz fuera gobernador; y que Cabirón resultara intendente).

La conjunción, sin que importara la denominación -de UCR, Gen y Socialismo- tenía dos escaños para revalidar, porque terminan los mandatos de Roberto Ursino y Patricia Piersigilli. No lo logró y de tal manera, sólo quedará en el HCD Aloma Sartor, que no obtuvo los votos necesarios para acceder a un lugar en la Cámara Baja bonaerense.
Juan Pedro Tunessi: "el "hombre
fuerte" de la derrota. 

Puede ser sólo anecdótico que, en día de elecciones (por el pasado domingo 27), el tradicional recinto “radicheta” de Donado 354 estuviera desierto mucho antes de la medianoche de esa jornada comicial. Pero, nada que no pudiera haberse esperado, tal como fueran los prolegómenos camino de las legislativas.

El “después” tampoco podía aguardarse diferente. Juan Pedro Tunessi, uno de los “hombres fuertes” de la derrota (no pudo revalidar su lugar en la Cámara de Diputados de la Nación) se escudó en una excusa tardía. “Deberíamos haber juntado las listas”, porque convocamos a un sector electoral que es parecido”, admitió. Aludía, claro está, al fallido acuerdo con Integración Ciudadana. Y echó culpas en ese sentido al señalar que “hubo una negativa, que no es nuestra”.
Raúl Woscoff: ¿excesivo
personalismo en IC?.

Como las cargas parecen haberse ejercido sobre Raúl Woscoff, edil reelecto por Integración Ciudadana, no está de más señalar algún dicho suyo. Por caso, apuntó que “proyector en los demás las deficiencias propias no es un buen consejo, ni un buen diagnóstico, tanto para las situaciones personales como para la política”. Y otro: “creo que atribuirle los magros resultados electorales a la frustración de acuerdos anteriores es una simplificación de estrategias probablemente equivocadas que cada uno va a tener que revisar”.

De todas maneras, una acotación del antes nombrado Tunessi indica que no se aprende de las experiencias frustrantes (o no se las considera tales): “no hay cambio de planes”, indicó el todavía legislador, que concluirá su mandato en diciembre próximo.

José María Zingoni: la
alianza fallida lo perjudicó.
Lo que olvida decir el próximamente ex diputado (o MC, como suelen decirlo), es que en el fuero interno de la UCR local algo pasó para cambiar la idea básica que sostenía el grupo joven del comité distrital. Allí, se gestaba la candidatura de Raúl Aníbal Martín, precisamente presidente en Donado 354, para encabezar la lista para las PASO, camino de las elecciones generales. 

Sin embargo, se sabe que, a instancias del legislador, todo cambió. Y fracasada la “alianza” con Integración Ciudadana (del otro lado estarían la UCR, GEN y el socialismo), aparecieron dos listas: una encabezada por José María Zingoni (con el respaldo de Jaime y Virginia Linares); y otra, liderada por Emiliano Alvarez Porte (apoyada por Tunessi, en bosquejo de postulantes al que se sumaba la nominación de Aloma Sartor, para una banca en la Legislatura bonaerense). De Martín, ¡ni noticias!.

Aloma Sartor: no le
alcanzó para ser diputada.
A partir de allí, el tránsito, camino de las primarias, ya no fue lo mismo; y los resultados, incluyendo los de las recientes legislativas, están a la vista: el radicalismo, como tal, que gobernó la ciudad por dos décadas, se quedó con una sola plaza (la de Aloma) y no consiguió revalidar las otras dos. Ni Zingoni, ni Alvarez Porte pudieron hacerse de una banca.

¿Si hubiera sido distinta la cosa en una hipotética alianza?. Seguramente que sí, porque sumando los guarismos de IC y los del FPCyS, el panorama habría sido un tanto mejor. Pero unos y otros privilegiaron lo suyo (nadie quería ir detrás) y así terminó el tema.

Aún reteniendo tres escaños (se irá Miriam Iantosca pero renovaron Carlos Paoletti y Woscoff, junto a Marisa Pignatelli, nueva electa), el futuro de IC corre el serio riesgo de personalizar nuevamente (respecto del 2015) su lista, porque es obvio que “Ruli” no quiere alejarse demasiado de su intento por ser el jefe de gobierno en Alsina 65. Y esa búsqueda tenaz, pero muy individual, puede generar alguna que otra frustración, por el exceso en las ambiciones.

En lo que toca a otros aspectos de la actualidad política, no puede soslayarse que el HCD, por un lado, con muchas presencias pero también con significativas ausencias; y la UCR, por otro, celebraron los 30 años de la democracia, atendiendo a que el 30 de octubre de 1983 se votó (después de los años oscuros de la dictadura).

En el “parlamento”, un faltazo notorio fue el de Cristian Breitenstein,  actual ministro bonaerense, que no sólo es intendente en uso de licencia sino que en su momento fue presidente del cuerpo. ¿Acaso fue algo indicativo de que no volverá por aquí, salvo en su actual rango provincial o alguna otra función –legislativa quizás– del 2015 en adelante?.

En el histórico comité de la calle Donado, mientras, según algún asistente, no pudo disimularse la contrariedad por el pobre desempeño electoral del pasado domingo (27). Incluso, se nos apuntó que alguno, para nada de acuerdo con cierto reconocimiento –en la placa evocativa– se retiró del lugar no bien fue descubierta. Lo cierto es que, y esto no es una mera “sensación”, el “festejo” no pareció tal, salvo para los que, protagonistas del reciente fracaso, ya están subiéndose a la perspectiva 2015 (cualquier micro les lleva bien, parece).
Raúl A. Martín: ¿qué pasó
con su postulación?. 

Como el panorama tras las legislativas dará para mayor amplitud por no poco tiempo (al menos hasta que se elijan autoridades del HCD y se definan alistamientos en ciernes), bien vale una breve acotación, que está referida a los tweets que intercambian algunos políticos o los que se sienten ligados por alguna razón a ese peculiar movimiento de la ciudad. Más allá del tono “de joda” que algunos le asignan a la red social, la chatura de ciertos mensajes pone de manifiesto las razones por las cuales todo está como se aprecia cotidianamente. Y no es cosa de decir, encogiéndose de hombros que “es lo que hay”…

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