PRIMERO, CAMINAR LA CALLE…

Suele ocurrir que algunas cosas llamen la atención. Pero no a todos y, además, sólo en ciertas ocasiones.

Este martes (11), las operaciones de prensa, sugeridas (¿u ordenadas?), desde Alsina 65, pusieron de manifiesto qué poco respeto se tiene, desde allí, por el discernimiento de la gente.

Hubo un desusado despliegue periodístico, tratando de resaltar las virtudes de la nueva modalidad a la que se somete al tránsito en la ciudad, con su correlato de las dificultades para estacionar, sobre un radio cada vez más extendido.

Es que se procuró elogiar algo que el primer día hábil (entendiéndolo como este lunes 10), fue un verdadero caos en calle Güemes, a la altura del 100.

Conductores que anduvieron por allí en una hora pico (la inmediata posterior al meridiano), por la simple pero importante rutina de “retirar” los chicos del Colegio Don Bosco, se encontraron con alguna -¿mínima?- incongruencia, que admitía cualquier actitud.

El pintado amarillo sobre los cordones, más algún cartel indicador, se contradecían con el parquímetro (lado izquierdo) que, además, tenía adosado un indicador de “tarifa reducida”.

Resultado: superado el mediodía, el lugar estuvo saturado por la presencia de vehículos estacionados en el lugar de la prohibición, vigente ya por eso de la vía rápida. No nos lo contó nadie; lo vimos, porque nos tocó ir por allí, como tantas otras veces, a la salida del turno matutino del colegio.

Entonces, ¡por favor!, que este “gobierno abierto” (como se llama a sí mismo) deje la lado esa declamación y obre con algún criterio en beneficio de la población.

Que el intendente interino de la ciudad (que reemplaza a quien no asumió su mandato en diciembre 2011) transite un poco la calle para estar, por una vez, acorde con la realidad. Porque no todo es ir desde Dorrego (frente al primer coliseo) hasta la primera cuadra de Alsina (frente a la plaza) para decidir acciones. Bueno sería que conociera antes qué pasa puertas hacia afuera del municipio.