INOBJETABLE: OLIMPO 2, QUILMES 1
NEUQUÉN
8 (Por Eduardo Serralunga).-- No vamos a detenernos hoy en el relato hinchista
de los periodistas del Fútbol para Todos (¿y todas?) favorable al equipo que
desde "el sur de la provincia de Buenos Aires" (sí, sí, no se
abochornen, el equipo del "sur de la provincia de Bs As", para los
"periodistas" porteños, es Quilmes). Olimpo ganó con justicia. Una
pregunta me surge, ahora, ¿por qué la dirigencia aurinegra contrató a Cobo y no
a Graña ante la deserción de Musto?. No importa.
Una
cosa quedó clarísima. El colombiano preferido por Perazzo es Borja, quien
afortunadamente este fin de semana ni siquiera concentró, y no Cuero. Pero el
que realmente le está rindiendo al equipo es Mauricio Cuero.
Hoy
el colombiano titular -igual que el Chino Martínez- convirtió desde larga
distancia. Buena la faena de Nereo Champagne. Amén de ciertos desajustes, la
defensa aurinegra cumplió. Olimpo dominó, frente a un rival que hizo un planteo
ofensivo, algo que a los visitantes -en este fútbol argentino dominado por la
mezquindad- hay que agradecer.
Volvió
Jonny Blanco y rindió como nos tiene acostumbrados. Parnisari le aportó el roce
(internacional) que un equipo como el nuestro necesita. El cervecero cifró sus
esperanzas de descuento en la segunda etapa en los tiros de pelota detenida.
¡Ojo!
No le ganamos a cualquiera; es un rival directo en el fondo de la tabla de
posiciones, por lo que bien se puede decir que se trató de un partido de seis
puntos. Poner a Vuletich por Susvielles con 23 minutos por jugar representa
toda una osadía en el DT Perazzo.
Vuletich
es más que todos los centrodelanteros con los que probó hasta ahora el DT
olimpiense. Es una mala costumbre de los técnicos postergar los relevos hasta
los últimos 10 minutos del partido. Alcanza un tiempo (45´) para saber si el
jugador rinde o no, y para el caso que acabamos de citar el pibe Susvielles
había demostrado que no estaba a la altura de las circunstancias mucho antes de
abandonar el campo de juego.
Compartimos
la determinación del técnico de cambiar delantero por delantero, aún con un 2-0
favorable. Ratificado con el ingreso de Gaona Lugo por Cuero (lo mejor del
aurinegro esta tarde) pensando en darle mayor explosividad (palabra fea pero
representativa) en la ofensiva a Olimpo.
Por
rendimiento, Cuero no debería haber salido, pero se merecía el aplauso y su
relevo se produjo a 15 minutos del final del partido. Le tenemos confianza al
paraguayo Gaona Lugo (probablemente porque alguna vez lo vimos jugar bien nada
menos que en Boca Juniors).
Olimpo
ganó inobjetablemente. Los cambios no rindieron en el sentido que uno hubiera
esperado, pero -reiteramos- se hicieron a tiempo. El descuento quilmeño
-faltando todavía 10 minutos, por lo menos, de juego- provocó la reacción de la
afición aurinegra reclamando la presencia de Cuero.
Pero...eso
es algo irreversible.
Olimpo
se retrasó demasiado, confiando en una ventaja de 2 goles que nunca es
definitoria. No vamos a incurrir en la hipocresía de decir que estuvo mal
sacarlo a Cuero, no. Era -mientras estuvo en el campo- el mejor de Oimpo. Pero
hacía falta más oxígeno para definir el partido. Ocurrió al revés. Vino el
descuento, y con él, la zozobra.
Vimos
por la tele a Perazzo reclamando marca a Vuletich y Gaona Lugo (¿los puso para
marcar? ¡¡¡son delanteros!!!). Casi con tiempo cumplido, Parnisari dilapidó una
pelota, inexplicablemente, y tras cartón entró Achucarro por "el
Colo" Gil.
Desde
unos cuantos minutos antes todo era muy parejo, demasiado parejo para lo que
había sido todo el partido. En definitiva. Son tres (o 6, según se mire) puntos
valiosísimos los obtenidos hoy en el "Carminatti". Hacía 9 (nueve)
años que no le ganábamos a Quilmes en casa. Y lo de hoy se torna, entonces, más
importante aún. Se viene River, con su émulo de la gloriosa Máquina. Y es bueno
llegar a semejante instancia con un triunfo como antecedente.
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